
Este miércoles, el distrito de Magdalena del Mar en Perú reunió a decenas de personas para preparar el desayuno que se ha convertido en el favorito del país, gracias al mundial gastronómico del ‘streamer’ español Ibai Llanos: un pan con chicharrón que se proclama como «el más grande del mundo».
La plaza principal de este distrito limeño recibió desde temprano a sus vecinos, quienes se congregaron para, en vísperas del desenlace de la competición, preparar esta propuesta sin precedentes: un pan que mide 4 metros de largo por 3 de ancho, equivalente a 500 porciones de este icónico desayuno.
En la cabecera de los «fogones», el chef peruano Rodrigo Fernandini, conocido por su divulgación culinaria en redes sociales y su trayectoria en la gastronomía peruana, junto al alcalde del distrito, Francis Allison, guiaron el proceso de elaboración.
«El pan con chicharrón es muy simple», explicó Fernandini, originario de Chiclayo, en el norte del país. «Se necesita un buen pan crocante, que tenga buena mordida; camotito o batata, fritos en manteca de cerdo (pork belly o panceta con brazuelo); salsa criolla, cebolla en juliana con un poquito de limón, ajicito, y mezclado con todo eso, una salsa cremosa».
Perú, finalista del mundial de desayunos de Ibai
Alrededor de una amplia mesa blanca, decenas de cocineros de hasta ocho restaurantes de Lima, así como ayudantes y curiosos, preparaban los diferentes ingredientes en medio de una intensa celebración con gritos, cánticos y pancartas dedicadas al desayuno, al país o al propio youtuber.
Al otro lado de la valla que separaba la cocina de los comensales, una multitud de personas de todas las edades se arremolinaba expectante del proceso, con la esperanza de recibir una porción. A pesar de la aparente rivalidad por la competencia, Fernandini explicó que esto solo se consideraba «una excusa» para celebrar la «cultura y gastronomía».
“Es una celebración súper sana, pero creo que en algo que sí podemos estar de acuerdo todos los peruanos, es que nuestra gastronomía es lo que más nos enorgullece, y esto es una forma de demostrarlo”, añadió.
Un plato multicultural y nostálgico
El alcalde de Magdalena del Mar, armado con guantes y frente a la creación de su propia municipalidad, destacó, además del orgullo gastronómico, las similitudes entre el plato y el país, un encuentro abrazado por la diversidad. «Dentro de ese pan con chicharrón tienes lo que es Perú, un país multicultural», explicó Allison. «Contiene camote, que es peruano, pero el pan, que obviamente no; cerdo, que tampoco, pero ha regresado con el reconocimiento y las costumbres ancestrales peruanas», reflexionó el abogado.
Y concluyó: «Somos un país multicultural y la riqueza de Perú radica justamente en eso».
Una vez concluida la preparación, y tan importante como la receta, el plato recibió el veredicto de los transeúntes que, poco a poco, continuaron llegando, ahora alineados en una larga fila siguiendo el perímetro de la plaza donde se celebró el evento. «Está buenazo y es bien grande», comentó Haidée, una joven de Chiclayo que, desde la «grada», ha seguido todo el evento, ahora con una ración en la mano.
Entre el murmullo surgieron comentarios como «está muy rico» o «pasen también por acá», ansiosos por recibir su porción. «Han hecho bastante para que agarre todo el mundo», comentó una mujer mientras disfrutaba de otro mordisco de su sándwich; había quien, a pesar de haber conseguido uno, lo reservaba para más tarde: «Me lo llevo a mi casa con un cafecito calientito, lo veo riquísimo, madre».
Disputa por el primer puesto
En los últimos días, el desayuno típico de Perú continuó ganando notoriedad con el avance en el campeonato de Ibai. Pese a la esperada final contra Venezuela, quien presenta sus arepas como opción ganadora, los presentes rechazaban cualquier alternativa a la victoria, con un fervor ciego hacia su gastronomía.
«Es que más allá de que el sándwich es increíble, es el recuerdo», reveló el chef Fernandini. «Cada peruano viva un pan con chicharrón; en mi caso, me recuerda a mi abuelita los domingos, acompañado de un cafecito pasado, era como un momento especial, como una ceremonia», recordó.
«Creo que más allá del sabor, es lo que significa para cada uno de los peruanos», concluyó el cocinero.