
Toronto (Canadá) – Eimi Imanishi, la directora de ‘Nomad Shadow’, y la protagonista Nadhira Mohamed, presentaron su película en el Festival de Toronto, donde esperan que el film genere «empatía» entre el público hacia el pueblo saharaui y la problemática de los migrantes.
‘Nomad Shadow’, que es la ópera prima de Imanishi, narra la historia de Mariam (Mohamed), una joven saharaui deportada por España al Sahara Occidental, un territorio bajo control de Marruecos, quien se siente perdida entre una realidad que no se corresponde con la suya. La película fue filmada en Argelia, España y en los territorios saharauis ocupados por Marruecos.
En una entrevista con EFE, Imanishi comentó que, tras el estreno mundial de la película, uno de los asistentes le agradeció por haber realizado ‘Nomad Shadow’: «Me dijo: ‘Gracias por hacer esa película, porque yo vengo de un país donde sentía que no podía ser quien soy y me tenía que ir; y ahora aquí, no me siento de aquí tampoco. Y en esa historia, sí me sentí vista y sí sentí mucha empatía con la protagonista’. Y en ese momento casi lloré», relató Imanishi.
Mohamed, quien nació en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia) y ha vivido en España durante más de 20 años, explicó que su intención con el film es dar visibilidad a los saharauis y a los migrantes. «Que la gente entienda lo que atravesamos y que se puedan ver reflejadas. Es empezar a empatizar con la figura del migrante y que nadie abandona su casa por placer, y menos si no tienes dinero. Si eso lo llegamos a transmitir, más que feliz y contenta», expresó.
Dificultades al interpretar a Mariam
Mohamed, hija de uno de los cofundadores del Frente Polisario, Luchaa Mohamed Lamin, fallecido en 2013, admitió que interpretar el papel de Mariam fue «muy difícil». «Lloré muchísimo, en parte delante de la cámara y en parte detrás. Por el miedo a la exposición, a que te señalen, a que hablen de ti. No quiero decepcionar a nadie. Lo hice con muchísimo deseo de que se entienda y de intentar que llegue a otras mujeres. Porque al final, las mujeres saharauis necesitamos referentes en muchos espacios», afirmó.
Tanto Imanishi como Mohamed expresaron su preocupación por el aumento del sentimiento antimigrante en Estados Unidos y Europa. La directora, estadounidense de origen japonés, calificó como «horrible» la situación que se vive en Estados Unidos, especialmente bajo la administración de Donald Trump. «No sé qué hacer. Solo hacer trabajos del tipo de esta película para poder contar historias que todavía existen. No es un problema solo en Europa, sino de todas partes», explicó Imanishi.
Por su parte, Mohamed agregó: «A mí me da pánico. Claramente me ves y no me ubicas dentro de Europa ni de un país blanco. Lo sientes en los aeropuertos, en la estación de tren; siempre con la sensación de que alguien me va a parar a pedirme la documentación. Ahora pasa en EE.UU. de forma directa, pero en Europa es un discurso un poco camuflado».
En relación al film, Imanishi se sintió atraída por la problemática saharaui cuando vivía en Barcelona. En 2004, viajó a la región y en 2016 dirigió el corto ‘Battalion to My Beat’, sobre los saharauis, que también se proyectó en el TIFF.
Mohamed, que debutó como actriz en ‘Wilaya’ (2011), del director Pedro Pérez Rosado, reconoció que al leer el guion de Imanishi para ‘Nomad Shadow’ se dio cuenta de que la directora comprendía la idiosincrasia saharaui. «Eso me enamoró y me encantó. Y fue como: cuenta conmigo. Y sí, esta mujer es japonesa, estadounidense, de repente quiere contar su vida en el Sahara, ¿por qué no? Yo quiero ser parte de esto porque yo también tengo esa doble identidad. Yo soy saharaui, pero llevo más de 20 años en España y también me siento muy canaria», manifestó.
«Hay como una mezcla de identidades, que reconocí en el guion y me encantó», concluyó Mohamed.