
La vida saludable es uno de los objetivos que se han propuesto muchas personas no solo durante el verano, sino también el resto del año. Dejar de beber alcohol es uno de los componentes fundamentales para conseguir un cambio real y tangible en este sentido, lo que ha llevado a un incremento notable en la demanda de opciones sin alcohol.
Disminuye el consumo de alcohol entre los jóvenes
Esta tendencia hacia un estilo de vida más saludable se refleja en el auge de las bebidas no alcohólicas. La sociedad, en particular la generación Z, redefine su relación con el alcohol y solicita, sin ningún tipo de complejos, aguas de sabores, kombuchas, refrescos o cócteles 0,0 como el ‘spicy rosé’, que es una mezcla de vino rosado sin alcohol, agua y rodajas de jalapeños. Sofía, una estudiante de Diseño de Interiores de 20 años, afirma: “Ser abstemio no está mal visto, es muy normal”. Para ella, las bebidas sin alcohol no son aburridas; “al contrario, hay aguas con sabores y cócteles muy interesantes”.
El sector de las bebidas desalcoholizadas se reinventa constantemente y gana terreno con destilados 0,0, kombuchas, hidrolatos, aguas de sabores, entre otros. Desde la Asociación de Bebidas Refrescantes (ANFABRA) afirman que el consumo de bebidas refrescantes ha mostrado una tendencia positiva desde 2022. En España, el 80% de los refrescos se consumen en un contexto de ocio, disfrute y celebración, concentrándose cada vez más en horas diurnas; especialmente durante el aperitivo, comida y tardeo, las cuales ya representan un 72 % del total de ocasiones de consumo.
Aumenta el consumo de bebidas sin azúcar
Según ANFABRA, las bebidas refrescantes sin azúcar representan actualmente más del 66% del total de bebidas que comercializa este sector en España, lo que las convierte en opciones mayoritarias. Las aguas con sabor se sofistican combinándolas con ingredientes como pepino, menta, hierbabuena, manzana y canela, y su éxito es tal que se encuentran muchas recetas en redes sociales, como agua mineral con sandía y romero.
Otros consumidores prefieren optar por té rojo, blanco, negro o rooibos muy frío, o el clásico con hielo picado, frutos rojos troceados o melocotón. Sin embargo, cansados de estas mismas opciones, los consumidores demandan bebidas que ofrezcan nuevas experiencias, como los cócteles. “La actual coctelería apuesta por la innovación cultural, combinando técnicas avanzadas con una narrativa emocional que conecta con el consumidor”, dice Carlos Ríos, profesor de la escuela de coctelería ‘Diageo Bar Academy’ y de la Escuela de Hostelería de Alcalá de Henares.
Dentro de las opciones de cócteles sin alcohol existen dos categorías: ‘mocktails’ y cócteles vírgenes. La Asociación de Hostelería de Madrid explica que los ‘mocktails’ se elaboran a partir de mezclas de zumos, refrescos y siropes, específicamente diseñados para bebidas sin alcohol, mientras que los cócteles vírgenes utilizan la receta de un cóctel tradicional, pero con bebidas sin graduación alcohólica. Ríos menciona que hay combinaciones virales como el ‘spicy rosé’, que mezcla vino rosado sin alcohol, agua mineral y rodajas de jalapeños.
Novedosos cócteles y nuevas combinaciones aromáticas
Entre las tendencias actuales también figura el ‘Aware’, una combinación aromática con notas de manzana, coco, pepino y jalapeño, propuesta por la coctelería SLVJ Madrid Canalejas. Además, se están viendo mezclas interesantes como café con tomate o mango con chili, donde el sabor se convierte en una declaración de intenciones. “Con la alta demanda, los ‘bartenders’ se han puesto a diseñar creaciones exclusivas y muy novedosas”, aseguran desde la Asociación de Hostelería de Madrid.
Entre los ‘mocktails’, destacan el ‘Sour de Hibisco’, una mezcla de tequila sin alcohol, clara de huevo, zumo de limón, sirope de hibisco y flor comestible para decorar; o una ‘Piña Detox’, elaborada con piña fresca, agua de coco, un toque de cúrcuma y jengibre, servida con hielo de coco. Para los que prefieren sabores cítricos, existe el ‘Smoothie Sour’, una combinación de frutas cítricas, claras de huevo y un toque de sirope de agave, o algo más sencillo como agua infusionada con albahaca y limón.
La demanda de bebidas no alcohólicas está creciendo exponencialmente en el mundo de la restauración, lo que ha dado lugar al surgimiento de ‘sober bars’ (barras sobrias), alternativas para aquellos que desean divertirse sin el alcohol presente. ¿Quién dijo que brindar sin alcohol fuera aburrido?
Es importante recordar que beber alcohol tiene consecuencias nefastas sobre el organismo y puede provocar enfermedades crónicas como el alcoholismo. Por todo esto, es crucial que las nuevas generaciones abandonen esta práctica y se unan al movimiento de la vida saludable, convirtiéndose en un excelente ejemplo a seguir.