
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investiga la aparición de peces muertos en el río Bayas, en Miranda de Ebro (Burgos), vinculada a un vertido industrial, que en principio sería accidental, puntual y no peligroso, realizado por una empresa de la localidad.
Los peces muertos aparecieron en el cauce del río Bayas en la noche del pasado viernes, 1 de agosto, según confirmó la Guardia Civil. El vertido se controló de inmediato y a falta de los resultados de los análisis de las muestras tomadas y de los peces, consideraron que no se trataría de un vertido peligroso.
Mortandad en el Río Bayas
El Ayuntamiento de Miranda de Ebro (Burgos) está a la espera de conocer el resultado de la investigación realizada por la Guardia Civil y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) tras la aparición, el viernes 1 de agosto, de peces muertos en el río Bayas a consecuencia de un vertido industrial, que mantiene el agua ‘marrón’ y con mal olor casi una semana después.
Los concejales Guillermo Ubieto, responsable del ciclo del agua, y María Cueva, de Medio Ambiente, han mostrado en nota de prensa su preocupación por las consecuencias que sobre el ecosistema acuático vaya a tener el vertido, que según las primeras investigaciones fue accidental.
El vertido causó la muerte de peces, pero no afectó a otra fauna como cangrejos o renacuajos, y los ediles están inquietos ante «la posible eutrofización de aguas estancadas a lo largo del río» y los efectos a corto o medio plazo que pueda tener en las aves acuáticas el consumo de agua o peces muertos por el vertido.
Han recordado que, si bien valoran la investigación realizada por la empresa supuestamente responsable del vertido -Azucarera- para esclarecer lo ocurrido y las medidas adoptadas para detenerlo, debe ser la Guardia Civil y la Confederación Hidrográfica del Ebro quienes determinen las responsabilidades y el alcance.
Además, han insistido en que, casi una semana después, y pese a que se han realizado labores de vertido de agua para limpiar el cauce, el río Bayas sigue bajando de «un color parduzco y con mal olor» en su desembocadura en el Ebro.
Agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) recogieron muestras de agua, que han sido remitidas al Laboratorio de Calidad Ambiental de la Junta de Castilla y León, así como peces muertos, para someterlos a una necropsia e iniciar una investigación sobre lo ocurrido. Será su informe oficial, que remitirán al juzgado, junto con la investigación realizada por la propia CHE, los que determinen cómo se produjo el vertido, la gravedad del mismo y a qué respondió la presencia de peces muertos.
Los primeros datos apuntan, según explicaron fuentes de la Guardia Civil, a un vertido accidental y puntual, que quedó controlado, si bien sus efectos se siguen viendo en el río en forma de un agua marrón y con mal olor, como ha denunciado el Ayuntamiento.
Es de esperar que los acontecimientos sucesivos aclaren este hecho y que, aun en caso de que el vertido en el Río Bayas haya sido accidental, se tomen las medidas pertinentes para que los responsables se hagan cargo del daño medioambiental ocasionado y para que esta situación no vuelva a ocurrir.