La Unión Europea ha intensificado su apuesta por promover el uso de vehículos eléctricos, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y avanzar hacia un transporte más sostenible. Una de las estrategias clave es impulsar la producción y adquisición de coches eléctricos que sean asequibles y de tamaño reducido, además de promover la fabricación de baterías para los mismos. Esta elección de modelos más reducidos y económicos busca no solo hacer que la movilidad eléctrica sea accesible para un mayor número de personas, sino también facilitar su integración en ciudades densas, donde el espacio y la movilidad eficiente son prioridades.
El coche eléctrico europeo del futuro: económico y no tan grande
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha defendido este miércoles el futuro del coche eléctrico y ha propuesto destinar 1.800 millones de euros para facilitar la producción de baterías y establecer una línea de trabajo que impulse los vehículos pequeños y asequibles, evitando así que China conquiste el mercado. «No podemos dejar que China y otros conquisten este mercado. Pase lo que pase, el futuro es eléctrico y Europa formará parte de él», declaró von der Leyen durante su discurso inicial ante el Parlamento Europeo en el Debate del estado de la Unión.
La democristiana alemana ha resaltado el automóvila como «un pilar de nuestra economía e industria» y «un orgullo europeo». Además, añadió que la flexibilidad otorgada por la Comisión a los fabricantes, que podrán postergar a 2027 las reducciones de CO2 establecidas para 2025, está «funcionando», por lo que el Ejecutivo se está preparando ahora para «la revisión de 2035».
Automóviles de reducidas dimensiones y a menor coste
La presidenta de la Comisión ha adelantado también que propondrá al sector automovilístico una Iniciativa para Coches Pequeños y Asequibles. «Millones de europeos quieren comprar coches europeos asequibles», afirmó von der Leyen, quien instó a invertir «en vehículos pequeños y asequibles» para responder tanto a la demanda europea como al apetito global por este tipo de vehículos. Según la presidenta, los conceptos clave del futuro del coche europeo pasan por que sea limpio, eficiente y ligero; además de asequible para la gente y fabricado aquí en Europa, utilizando cadenas de suministro europeas.
«La futura del automóvil -y los automóviles del futuro- deben fabricarse en Europa», enfatizó von der Leyen, quien también confirmó que la Comisión prepara un paquete con 1.800 millones de euros en fondos de capital para impulsar la producción de baterías en Europa, un elemento clave para otras tecnologías limpias, especialmente los vehículos eléctricos.
En resumen, el impulso hacia vehículos eléctricos de pequeño tamaño también responde a la tendencia global de movilidad urbana, donde la agilidad, el menor consumo y la facilidad de estacionamiento son aspectos valorados por los usuarios. La UE espera que esta política contribuya a acelerar la transición energética en el sector del transporte.
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